Temperatura Para poder disfrutar de la sidra de una forma espectacular hay que pensar que se tiene que tratar de forma impecable desde el prensado de la manzana hasta que es escanciada. Por eso debemos saber que la temperatura perfecta para servirla es entre los 12 y los 14 grados. Es muy recomendable enfriarla con agua y no en la nevera; de ahí que se tenga tanto cuidado en todo el proceso de preparación.
El proceso de escanciado ¿Cómo se define el escanciado de la sidra? Básicamente se trata de servir la bebida en un vaso siguiendo un conjunto de procedimientos que airean la sidra en todo el proceso. El escanciador debe estar mirando la botella en todo momento y se sujeta de la mitad hacia atrás. La sidra escanciada de la botella se moverá hasta caer en el vaso y no de manera contraria (mover el vaso hasta que se encuentre con la sidra). Además, no podemos olvidar que el escanciado es algo que nos marca como pueblo.
¿Por qué escanciamos la sidra? Este “ritual” es único en el mundo y se hace por un motivo en concreto, pues buscamos airear la bebida para que, al romper en el vaso, se empiece a emanar gas carbónico. Este proceso le proporciona ese sabor tan característico que tiene la sidra una vez se ha escanciado. Para hacernos una idea, una sidra sin escanciar de forma correcta es como beber un refresco gaseoso que ha perdido las burbujas, por esto es importante realizar este famoso ritual.
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